Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2012

El mejor país del mundo

Atendiendo al título del post, muchos de vosotros tendréis en cabeza países gigantes como EEUU, Japón, Alemania, naciones que han tenido indudablemente un peso hegemónico en la Historia, y en la política mundial. Algunos incluso habréis afinado más y pensado en países como Canadá. Pero no, para sorpresa de muchos puede decirse que el mejor país del mundo para vivir es Dinamarca. En este país rodeado de islas, se vive con los niveles más bajos de corrupción del mundo, y un amplio abanico de derechos y políticas sociales, de igualdad y libertad, sin importar la raza o el sexo, la mayor libertad de prensa e información del mundo según el ranking Reporteros sin Fronteras, todo ello gracias a una sociedad comprometida sin parangón con la contribución y el compromiso social, y del pago de impuestos -de los más altos del mundo con un 46% de salario de media- que contribuyen a un sistema educativo, sanitario y de gestión de los más eficientes del mundo. Lo que sería una utopía en otros lu

Réquiem por los objetos sin dueño

¿No os ha sucedido alguna vez que salís a la calle y veis objetos que se ubican en el lugar más insospechado? Salir a la calle puede convertirse en un ejercicio de interpretación farragoso, en un terreno donde todo es de todos, y convive un mundo de símbolos y señales, donde la máscara de lo anónimo permite la libertad de expresión en su máximo exponente. Pero no nos pongamos metafísicos. Al grano. Como decía, a menudo, voy por la calle y observo objetos como un tacón sin pareja apostado en una esquina, zapatos de otra época y sentido estético, una maleta abierta, calzoncillos, bragas... todos esos objetos inertes, ajenos al caótico devenir del mundo, esconden una historia, lo cual me hace preguntarme que historia guardan tras de sí. Por ejemplo, ese tacón de cenicienta trasnochada puede ser objeto de una huida de una fémina o incluso, ser usado como arma arrojadiza contra algún gañán que la esté molestando sexualmente y la requiera, sin éxito, para el alivio de tales des