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Mostrando entradas de julio, 2011

La espada de Da-móu-cles

"Mis segundas temporadas son siempre las mejores" Este mantra que repite Mourinho con fruición es un arma de doble filo. Por una parte, le sirve para contemporizar los éxitos y prolongar la espera de que sus equipos lleguen hasta lo más alto en el segundo año, tal como ha sucedido hasta ahora. Pero como el mismo dice, el fútbol no es una ciencia exacta y con su frase crea unas expectativas que serían como un espejismo en el desierto de trofeos de los aficionados madridistas. Sí, es una frase útil, motivante, porque marca una fecha asequible para que los jugadores puedan conseguir sus metas; pero también puede servir para que Mou cave propia tumba en un momento dado si, por cualquier avatar del destino, no consigue sus objetivos. Además sirve como arma arrojadiza para sus rivales dentro y fuera del campo, y hasta, si se tercia, para marcarse unos chistes en la barra de cualquier bar catalino o ser objeto de jocosidad en las redacciones de la caverna mediática nacionalista. Es

Crónica de una resurrección inesperada

Pese a las muchas voces fatalistas que declaraban que el Periodismo, en su expresión más esencial, la de prensa, tenía las constantes vitales casi inexistentes, podemos asistir en este siglo XXI a una escena en la que el moribundo comienza a dar señales de vida intensas. Gracias al elixir de internet, la autopista de la información que los poderosos no han logrado parar; entidades, asociaciones o simplemente grupos de personas que ven en la sociedad algo por lo que luchar se erigen en héroes de la verdad, pagando incluso con su vida y su integridad física. Tal es el caso del soldado Bradley Manning. Probablemente también lo sea el del intrépìdo Julian Assange. En estos últimos días, por si fuera poco, se ha levantado la alfombra de la prensa más sucia y hemos encontrado un agujero lleno de ratas, chantaje y corrupción. Policías, políticos, periodistas al más puro estilo periodismo de investigación clásico se aunan en el caso del News of the World y el omnipotente magnate R. Murdoch. H