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Mostrando entradas de noviembre, 2014

Velero

Como un faro en la noche oscura déjate llevar por la luz, sigue la guía, sigue tu camino, no hay barco sin destino ni puerto, pues no hay más razón en sus velas que verlas volar al viento sin estrellarse en las rocas, sin navegar perdido, sin rumbo, más allá de su propio motor, de su razón de ser. Navega, viaja y vive, es lo único que puedes saber al empezar, pero sólo al vislumbrar las rocas sabrás, velero, donde has de llegar. Donde está tu puerto, tu punto y final. .... Una vez conocí a un tipo que se veía a sí mismo como una divinidad. Creía en el poder de la fé, como ninguna otra cosa en el mundo. Para él, la raíz de la vida, el motor de la humanidad estaba en la fé en el ser humano entendido como un Dios en sí mismo, dentro de cada uno de nosotros. El tipo no era politeísta. Según sus propias palabras fundó una religión única, filófoba, parasitaria y terrófaga. En esto último, hubo de reconocer tras una larga discusión frente a los raíles del tren,