Expectativas

Antídoto del desengaño, rasgo del ser humano.

Semilla de la decepción

Todos lanzamos continuamente expectativas:

Expectativas sobre nosotros mismos, sobre los demás,

sobre nuestro destino, una vana ilusión. 

Expectativas sobre símbolos e ídolos,

sobre cosas y objetos.

¿Son los otros culpables de la expectativa que pusimos sobre ellos?

¿Tienen la obligación de cubrirla?

La expectativa es un juego peligroso, al que juega uno y parece que juegan dos,

pero hemos de ser realistas, 

los demás no tienen obligación de cubrirla,

y ha de ser nuestro ojo, nuestra mente

la que determine sobre quien recae la responsabilidad de algo

fabricado por nosotros mismos.


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