Travesía en el desierto
Con una prima de riesgo, en forma de soga a España, de la que cada vez tiran más los especuladores financieros, banqueros y políticos europeos hasta sacarnos la última gota de sangre, los políticos continúan con el pañuelo en los ojos, haciendo mutis por el foro, y confiando en que haciendo caso a sus pastores de la UE llegará un momento en que todo irá a mejor, lo cual repiten como un mantra, aunque en todo se vea que será lo contrario. No se dan cuenta de que yendo en contra del pueblo, de forma tan palmaria, y demostrando la nula sensibilidad social y a los requerimientos y necesidades de estos, llegará un momento en que los caballos y hasta el conductor del carruaje dirán basta, y encabritados vuelquen a los políticos del carro por mucho que estos se valgan de la fusta, cayendo todos, en un final dramático, por el precipicio.