The other face of Marianico Rajoy

Sin duda, lo que nos anunció ayer nuestro Marianín es una putada para todos los españoles. Pero aún siendo presentado como un mal necesario e irremediable, la llama que enciende la pólvora no es tanto que nos sigan dando más palos económicos que Chuck Norris en el FMI, sino que, la sensación de impunidad imperante es palmaria. La guinda nos la regaló ayer la inefable Andrea Fabra, con un ilustrativo "Que se jodan" soltado al calor de los aplausos después de aprobar los recortes en el Congreso de los Diputados.

Señor Rajoy si usted quiere recuperar el respeto de sus congéneres, cosa difícil a estas alturas, lo que ha de hacer es empezar a cortar cabezas de todo aquel que continúe o que haya derrochado, malversado o agenciado dinero público por la patilla.

La segunda medida sería un claro gesto cara al pueblo de recortar drásticamente el sueldo de todos los políticos y eliminar todos los puestos posibles elegidos a dedazo, y así podría usted convertir esa enorme espiral de odio y sangre que sobrevuela nuestro país y su cabeza, en un aprecio inestimable que dejaría boquiabierto a propios y extraños.

Sería lo justo pero no, lo más seguro es que siga usted abusando del ciudadano medio, del parado, el pobre pensionista y jugando malabares con la educación de los jóvenes para salir del aprieto cara a sus colegas europeos.

Sería difícil no contenerse la risa y la credibilidad, cuando dice usted, señor Rajoy, que la apuesta por la marca España hoy día, es una apuesta estratégica y de futuro, porque precisamente Mariano, bien sabe que el futuro nos lo ha robado a todos los españoles hipotecando nuestro destino de por vida, y no castigando a los responsables, banqueros y políticos manirrotos de sus actos. Y es que sería de ilusos creer que va a hacer algo por remediarlo.

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