Por un voto responsable ante la desigualdad social
Con el 22-M a la vuelta de la esquina son muchos los españoles indecisos sobre cual es la mejor forma de ejercer su derecho a voto. Un importante parte de la población ante la desconfianza que le suscitan los grandes partidos y la falta de alternativas sólidas, simplemente se abstendrá o votará en blanco. Yo mismo iba a hacerlo antes de saber que de ser así se le abre la puerta de nuevo a los PP-PSOE de siempre para que sigan haciendo lo que les dé la real gana.
Por tanto, actuando así, no les daremos una lección que es justo lo que muchos de nosotros, yo incluido, lo que queremos ante tanta trama de corrupción en todo el país, tanto enchufismo y tanta incompetencia. Seas antitaurino, de derechas, izquierdas, de nada incluso (ya hay un partido de Voto en Blanco) o simplemente no sepas a quien votar procura buscar a quien mejor se identifique con tu forma de pensar, fuera del típico y rutinario PP-PSOE, pues solo así podremos dar el primer paso para cambiar las cosas.
Puede que hayas oído alguna vez la frase "un hombre, un voto", pues nada más lejos de la realidad porque al menos en nuestro país el sistema de cuento de votos (llamada la Ley D'Hondt) es desproporcionado ya que favorece a los partidos mayoritarios. Para que veamos su desigualdad un ejemplo revelador es el de Izquierda Unida en 2009 que pese a contar con un millón de votantes en todo el país, consiguió 8 diputados menos que CiU el cual tenía menos votos, ¿la razón? este sistema da mayor valor a los votos concentrados en núcleos de población más grandes y más concentrados en una circunscripción. Así, al estar los votos de IU dispersos por todo el país tienen menos valor que los que se dan a un mismo partido, por ejemplo, en Barcelona. Así el voto de un catalán cuenta más en las urnas que el de un murciano, el de un madrileño más que el de un andaluz, etc. lo que además es inconstitucional si miramos el principio de igualdad proclamado en el artículo 14.1 de nuestra Constitución: "Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquiera otra condición o circunstancia personal o social".
Son estas y otras muchas razones por las que en estos días muchos ciudadanos se están echando a la calle, para reclamar lo que se nos ha quitado. Es ahora o nunca, este es el momento de hacer Historia y en el que la Historia nos ha citado, si fallamos ahora estaremos condenados a seguir en este círculo vicioso en el que los de arriba hacen lo que quieren y nosotros, tácitamente, aceptamos, quejándonos en las barras de los bares, con los vecinos en los ascensores o mientras hablamos con los taxistas. Si estáis en contra de la política de pacotilla y la sonrisa de cartón, salid a la calle y no olvidéis que lo importante es haceros oír también en las urnas: es vuestro derecho, que nadie más os lo quite.
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