Expectativas
Antídoto del desengaño, rasgo del ser humano. Semilla de la decepción Todos lanzamos continuamente expectativas: Expectativas sobre nosotros mismos, sobre los demás, sobre nuestro destino, una vana ilusión. Expectativas sobre símbolos e ídolos, sobre cosas y objetos. ¿Son los otros culpables de la expectativa que pusimos sobre ellos? ¿Tienen la obligación de cubrirla? La expectativa es un juego peligroso, al que juega uno y parece que juegan dos, pero hemos de ser realistas, los demás no tienen obligación de cubrirla, y ha de ser nuestro ojo, nuestra mente la que determine sobre quien recae la responsabilidad de algo fabricado por nosotros mismos.